sábado, 15 de agosto de 2020

Nada aniquiladora II

 Consúmeme,

despedaza cada rincón de mi ser

pero no me tortures más con días de hastío 

con días donde los relojes están quietos,

y todo el tiempo parece muerto

y muere con él todo rayo de luz,

toda gota de lluvia,

ni un soplo de viento,

el humo denso del tedio nublando mi vista

nublando el sosiego,

mi vida.


Caen las horas muertas sobre mi espalda,

el peso paraliza mi cuerpo 

congela cada milímetro de mi pensamiento

el deshielo de los ojos,

el invierno siberiano del corazón,

y caen los minutos difuntos en mis párpados,

recorren el largo pasaje de mis ojeras.

Nada de pluma,

sin ni siquiera luz de luna,

ya no quiso ser mi musa

desierta la vida como mi duna,

después de tantos pecados

después de tanta culpa

será que esta es mi fortuna,

será eso.






No hay comentarios:

Publicar un comentario

Ay llorona...

  Yo soy el suspiro del viento, ese que te enfría los labios pero que airea tus dolores. Yo soy cada lágrima que derramo, si por llorar he l...