Escribo y borro, lo rompo, lo soplo y lo escribo de nuevo. Nueve luces aparecieron esta noche para atenuar la tormenta de oscuridad que albergo dentro. Con este folio busco expiar mis pecados,
enmendar los actos de mis demonios, cuando caí en la bahía de los abandonados,
cuando tu cara de ángel ya no supo cómo soportar el sabor amargo de mi incordio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario