sábado, 9 de noviembre de 2019

LUCERO

Escribo y borro, lo rompo, lo soplo y lo escribo de nuevo. Nueve luces aparecieron esta noche para atenuar la tormenta de oscuridad que albergo dentro. Con este folio busco expiar mis pecados,
enmendar los actos de mis demonios, cuando caí en la bahía de los abandonados,
cuando tu cara de ángel ya no supo cómo soportar el sabor amargo de mi incordio.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Ay llorona...

  Yo soy el suspiro del viento, ese que te enfría los labios pero que airea tus dolores. Yo soy cada lágrima que derramo, si por llorar he l...